A lo largo del fin de semana, el presidente Trump celebró el disparo de más de 100 misiles a Siria tuiteando: “¡Misión cumplida!” Dicen que si no aprendes de la historia estás condenado a repetirla. Así que supongo que la estamos repitiendo.
Todos recordamos que “Misión cumplida” era el cartel que había detrás del entonces presidente Bush mientras presumía de haber ganado la guerra en Irak en un barco de la marina de EEUU. Sin embargo, después de su “victoria” murieron unos 4.000 miembros del ejército de Estados Unidos, murieron tal vez un millón de iraquíes y la infraestructura y el tejido social del país quedaron tan destruidos que probablemente nunca se puedan volver a reparar.
En realidad, hay mucho en el ataque a Siria de EEUU que nos recuerda a Irak.
En Irak, EEUU empezó a bombardear antes de que los inspectores internacionales hubieran completado su misión de verificar si Saddam Hussein tenía o no armas de destrucción masiva. Si se les hubiera permitido terminar su misión y verificar que no las tenía, imaginad el sufrimiento, muerte y destrucción que podían haberse evitado. En Siria, EEUU decidió empezar a bombardear antes de que a los inspectores internacionales siquiera se les permitiera empezar a verificar las afirmaciones de que Assad gaseó a su propio pueblo en Duma. ¿Por qué? ¿Qué prisa había? ¿Temía Washington no poder probar la culpabilidad de Assad?
¿Quién se beneficia realmente de los ataques de EEUU contra el gobierno sirio? Hay informes de que ISIS empezó a moverse inmediatamente después de los ataques aéreos. ¿Realmente queremos ser la fuerza aérea de al-Qaeda e ISIS? ¿Eso nos va a mantener más seguros? Recuerdo cuando al-Qaeda era considerado realmente nuestro enemigo, no un aliado a la hora de derrocar el último gobierno secular de Oriente Medio.
¿Mejorará la situación de los cristianos sirios después del reciente ataque de EEUU? Hace solo una semana, los cristianos celebraron Pascua en Alepo por primera vez en años. ¿Qué cambió? Que el ejército sirio expulsó a al-Qaeda, que había estado ocupando la parte oriental de la ciudad. Así que no, los cristianos estarían mucho peor si nuestros “terroristas moderados” toman el control de Siria.
Si Siria tuviera realmente fábricas de sarín y otras armas químicas, ¿tiene sentido que EEUU bombardee edificios y se arriesgue a matar a miles al esparcir ampliamente los venenos? ¿Tiene sentido arriesgarse a matar civiles sirios con armas químicas en represalia por acusaciones de que el gobierno sirio mató a civiles con armas químicas? No, se parece más a los falsos “laboratorios móviles de armas de destrucción masiva” que se nos decía que había construido Saddam Hussein.
Si EEUU sabía que se estaban fabricando armas químicas en los edificios que bombardearon, ¿por qué no se lo comunicó a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)? La OPAQ había certificado el edificio bombardeado por EEUU como libre de armas químicas no hace mucho tiempo. ¿Por qué no llamarles y pedirles sencillamente que lo comprobaran? Después de todo, estaban llegando al país cuando EEUU empezó el bombardeo.
Hay muchas más preguntas acerca de la terrible decisión del presidente Trump de volver a guerrear en Siria. Por ejemplo: ¿dónde está el Congreso? Fue terrible ver al presidente de la Cámara, Paul Ryan, diciendo que el presidente no necesita autorización del Congreso para atacar Siria. Todos los miembros del congreso juraron apoyar y defender la Constitución y la Constitución dice que solo el Congreso puede declarar la guerra. ¿Un juramento no significa nada hoy en día?
El presidente Trump lamentará el día en que dejó que los neocones se apropiaran de su política exterior. Su historial es horrible. Su ataque a Siria fue claramente ilegal y si su partido pierde la Cámara en noviembre puede descubrir que sus nuevos amigos ocasionales en el Partido Demócrata dejan de serlo rápidamente.
