The Austrian

Cómo luchar por la paz

[Extraído de The Austrian 3, nº 3 (2017): 4-6]

Al viajar por el país dando discursos en universidades, he advertido que muy pocos jóvenes quieren la guerra. De hecho, yo diría que el 90% de la gente con la que estoy en contacto se opone a nuevas guerras. Así que la pregunta es: Si tan poca gente parece querer la guerra, ¿por qué seguimos participando en tantas?

La respuesta se encuentra en cómo funciona la política en Washington y se encuentra en qué el tipo de gente quiere el poder político.

Gracias a la apatía pública, combinada con políticos agresivos, participamos en guerras aunque buena parte de la población no lo quiere.

La gente normal (la que sufre más por la guerra y la paga) no es la que hace la política.

Puede ser cierto que una gran mayoría la gente no quiere la guerra pero también es desgraciadamente cierto que la minoría que sí quiere la guerra es especialmente influyente Washington.

Por qué es tan difícil oponerse a la guerra en Washington

He visto llegar a Washington a mucha gente con buenas intenciones. Llegan pensando que van a apoyar la paz y la libertad y que se enfrentarán a la gente que sigue impulsando nuevas guerras y atacando nuestras libertades. Pero pronto pasan a creer que para hacer las cosas buenas que tienen en mente deben convertirse antes en poderosos en Washington. Y luego deciden que es necesario llegar a compromisos y ser “moderados” y acaban siguiendo las políticas belicistas de aquellos que ya son muy poderosos.

Y esta es una de las razones por las que me opongo a la idea de ser “moderado” Washington.

Creo que ser moderado es sacrificar los principios. En lo que se refiere a decir las cosas claramente en política, una estrategia mejor es trabajar con coaliciones. Hay muchas personas que puede que no sean verdaderas libertarias, pero tienen algunos principios por los que les gustaría ver muchas menos muertes y muchas menos guerras. Así que no veo ningún problema con los Dennis Kucinich del mundo, porque esa gente tiene principios que nos ayudan a impulsar nuestras opiniones a favor de la paz.

No tenemos que sacrificar nuestros principios para trabajar con otros candidatos a favor de la paz. Pero cuando los moderados se unen, suelen acabar sacrificando cualquier convicción a favor de la paz que puedan haber tenido.

Elegir a la “gente correcta” no arreglará las cosas

De hecho, la realidad en Washington debería dejamos claro que sencillamente “enviar a la gente correcta” a Washington no va a resolver el problema.

Creo que los Padres Fundadores trataron de hacer eso. Tardaron de establecer normas que evitarían que a las personas malas obtuvieran demasiado poder.

Ceo que los Fundadores básicamente fracasaron. Para haber tenido éxito habrían tenido que diseñar y una constitución que fuera mucho más poderosa para limitar del poder del gobierno de lo que es.

Jefferson entendía que la Constitución era demasiado débil y no proporcionaba maneras de lucha realmente contra el crecimiento ilimitado del poder público en Washington.

Basarse en la Constitución y en políticos morales no ha funcionado. Está claro que necesitamos hacer algo diferente.

Qué hacer

Siempre lo más importante que tenemos que hacer es combatir en la batalla de las ideas. Las ideas realmente son más poderosas que cualquier gobierno, pero ni siquiera necesitamos que la mayoría de la población esté de acuerdo con nosotros.

Hace mucho tiempo que creo que realmente solo necesitamos una minoría de la población que esté activamente acuerdo con nosotros porque buena parte de la población será apática en cualquier caso.

¿Pero qué puede hacer esa minoría?

Lo primero y más importante es educarnos. Leonard Read siempre decía que nuestra primera responsabilidad es conocer los problemas y ser capaces de explicar lo que está pasando. Si no podemos explicar claramente lo que está pasando, no vamos a convencer de nada a nadie.

Aparte de eso, la gente no tiene una sola cosa que hacer. Yo hago mi parte y también tenemos a Thomas Massie en el Congreso y a Lew Rockwell del Mises Institute y tenemos a Bill Greene, que votó por mí en el Colegio Electoral. Hay quien me pide que me presente al cargo y eso puede ser bueno a veces, pero puede hacerse mucho más.

Pero es importante recordar que no necesitamos una mayoría nacional de ningún tipo para presionar en las dos estrategias clave para conservar la libertad: la secesión y la anulación.

Debemos tener un sistema en el que los estados siempre tengan derecho a la independencia. ¿Significa eso que siempre tengamos que adoptar una postura a favor de la secesión? No significa eso. Pero la opción de la secesión siempre debería estar ahí.

Y cuando la gente me dice que la secesión es terrible, les preguntó si se hubieran opuesto a la secesión de Europa Oriental frente al bloque soviético y si se hubieran opuesto a la secesión de Estados Unidos frente a Gran Bretaña. Por supuesto, esos movimientos de secesión les parecen bien.

También necesitamos la anulación, que apoyaba Thomas Jefferson porque sabía que debería haber una vía para que los estados actuaran como controles sobre el gobierno federal.

¿Pero sabéis qué? Todo esto va a pasar nos guste o no. Mientras el mundo se vuelve contra nosotros y la economía se debilita vamos a ver cada vez más posibilidades de anulación y más reclamaciones de secesión.

Todas estas estrategias son importantes para traer la paz, porque, al final, lo mejor que podemos hacer para combatir todas estas guerras es hacer al gobierno más pequeño y menos poderoso. Solo cuando un gobierno es tan enorme como el nuestro puede ir por el mundo diciendo a todos los demás cómo vivir. Ahora mismo vemos a EEUU bombardeando otros países en nombre de la protección de libertades civiles, pero al gobierno de EEUU solo debería preocuparle proteger las libertades civiles en su nación.

El gobierno no tiene que tener ningún tamaño similar al que tiene ahora mismo y para hacer lo que se supone que tiene que hacer, que es proteger nuestros derechos. Y hasta que no hagamos más pequeña gobierno no vamos a tener paz. De gobierno de eeuu está haciendo muchas cosas para autodestruirse, per entretanto necesitamos continuar extendiendo las ideas de la libertad, luchando contra reserva federal (que hace posible tanto gasto bélico) y hacer todo lo que podamos para interponernos a un gobierno desbocado que produce tanta muerte, tanta violencia y tanta guerra.

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Ron Paul, “How To Fight For Peace,” The Austrian 3, no. 3 (2017): 4–6.

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